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Comunidad Griega Ortodoxa de Panamá

Iglesia

LA IGLESIA ORTODOXA GRIEGA EN PANAMÁ
Por:
Dra. Betty Ann de Catsambanis
Dr. Ermolaos Antoniadis
Protopresbítero Georgios N. Kaloudis

 

Dada la continua presencia de Dios en Cristo en la realidad histórica, el Cristianismo Ortodoxo ofrece al hombre la posibilidad de deificarse, así como la ciencia médica ofrece la posibilidad de mantener o restablecer la salud pero, en ambos casos es a través de un determinado proceso terapéutico y un cierto tipo de vida.

 

Para abordar lo pertinente a “La Iglesia Ortodoxa Griega en Panamá” en el marco del tema La Libertad de Culto en Panamá, se requiere exponer algunos aspectos sustantivos relativos a la Iglesia Ortodoxa en general y griega en particular, así como lo concerniente a su establecimiento institucional en la República de Panamá.

 

La Iglesia Ortodoxa en el mundo

 

La religión ortodoxa, como algunos la llaman, es la de la Iglesia Ortodoxa Oriental de Cristo. Este nombre contiene elementos constitutivos de gran significado que anotamos a continuación. En la teología ortodoxa, el concepto “Iglesia” es estrictamente inequívoco. La Iglesia es Cuerpo de Cristo, o sea, el mismo Cristo. Cada cosa que pertenece a este Cuerpo DivinoHumano es Iglesia y lo que no pertenece a este, no es Iglesia. El concepto de Iglesia se expresa por la sociedad fundada por Cristo Jesús, compuesta por todos los creyentes en Cristo con la intención de su salvación personal. La Iglesia es el Reino de Dios que Cristo fundó en la tierra para la realización de la Voluntad Divina y significa Sociedad de personas, las que con su fe en Cristo resultan ser sus miembros. Por las palabras de Cristo que dijo, “…ήβασιλείαήεμήούκέστινέκτούκόσμουτούτου” (…mi reino no es de este mundo)(Juan 18:36) se revela, que la iglesia principalmente es el Reino Celestial de Dios, donde está invitada a participar toda la Humanidad. Su característica es el amor y la igualdad, (Ya no hay diferencia entre judío y griego, entre esclavo y hombre libre; no se hace diferencia entre hombre y mujer, pues todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús.) (Carta a los Gálatas 3:28).

 

Los otros componentes del nombre de nuestra Iglesia incluyen “Ortodoxa”; éste indica que predica la doctrina (doxa) correcta (orthós); “Oriental” se refiere a la ubicación geográfica que dividía al antiguo Imperio Romano en Oriental y Occidental. El concepto “Iglesia” adiciona en su naturaleza otras características que la describen en nuestro credo religioso cuando declaramos que la Iglesia es UNA (porque no se concibe incisión o división en el impecable Cuerpo de Cristo), SANTA (porque está sin mancha alguna que el mismo Señor presentó…) (“pues quería darse a sí mismo una Iglesia radiante, sin mancha, ni surco, ni nada parecido, sino santa e inmaculada”) (Efesios 5:27). En efecto, esta purificación se realizó con la Inmaculada Sangre del Soberano. UNIVERSAL (porque Cristo marcha por los siglos; él es la expresión de la verdad universal y su perspectiva se extiende por toda la creación) y APOSTÓLICA (porque es portadora de la Doctrina Apostólica y la Sucesión Apostólica, las cuales rescata y transmite a través de los siglos).

 

El origen de la Ortodoxia se remonta a las enseñanzas de los Padres de la Iglesia Cristiana quienes indican que con la comunión de nuestros Precursores Adán y Eva en el paraíso con Dios Trino (Dios Padre, Dios Hijo y el Espíritu Santo) y los Ángeles se constituye la primera Iglesia del Antiguo Testamento. Después de la caída de los Precursores, según la tradición, el Testamento (el Acuerdo) entre Dios y Abraham reconstituye la primera Iglesia. La selección de los 12 (doce) Apóstoles, el nuevo Israel de Dios, es la Iglesia del Nuevo Testamento.

 

Así entonces, como fecha fundacional de la Iglesia Ortodoxa se considera el día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo descendió en forma de lenguas de fuego sobre los Apóstoles reunidos en Jerusalén. El conocimiento personal sobre la doctrina de Cristo adicionado a su condición de testigos oculares de Cristo Resucitado y la Gracia del Espíritu Santo de los Apóstoles fueron y siguen siendo los fundamentos de la Iglesia, que ha conservado la continuidad ininterrumpida, histórica y doctrinaria de la primitiva Iglesia de Cristo y la tradición sin adulteración, así como la libertad cristiana que la caracteriza, mediante la cual asegura el mantenimiento de la línea recta del pensamiento, de la conciencia y de la fe ortodoxa.

 

Desde el siglo IV hasta el siglo VI, la Iglesia vivió un clima de paz social y política; sin embargo, se vio perturbada por las herejías, es decir, por las interpretaciones incorrectas y opuestas a la verdad que ella encierra. Por eso, y para defender esta verdad y dar las correctas interpretaciones, además de otras materias normativas eclesiásticas, se realizaron siete Concilios Ecuménicos. Es así que para los ortodoxos, la época de los Concilios Ecuménicos representa un período normativo dado que fue entonces cuando se definió en gran parte la expresión dogmática y canónica de la fe Ortodoxa, como la conocemos hoy en día.

 

Aspectos doctrinales y teológicos importantes

 

La Iglesia se fundamenta en el dogma que es una verdad indiscutible que expresa la doctrina del Señor y de los Apóstoles. Está sustentado por las Escrituras sin añadir ningún contenido nuevo.

 

El dogma no contiene ideas ni conceptos, sino realidades divinas; por ello, todo dogma es simbólico. El dogma incluye: las decisiones tomadas por los Apóstoles y los ancianos en el Concilio de Jerusalén (Hechos 16,4); el Credo NicenoConstantinopolitano (versión original); las definiciones dogmáticas de los Siete Concilios Ecuménicos; los textos dogmáticos de los nueve Concilios Locales; y los textos de los Sínodos de Constantinopla de 861, de 879 los del siglo XIV (1314 1351).

 

Un lugar trascendental dentro del culto ortodoxo lo ocupan los sacramentos o misterios; a saber: el Bautismo, la Unción del Crisma o Confirmación, a Divina Eucaristía (Divina Liturgia o Misa), la Confesión, la Ordenación o Imposición de Manos, el Matrimonio, la Unción de los Enfermos, la Santificación del Agua y el Ritual de la Santa Luz en el Santo Sepulcro. Los primeros cuatro son obligatorios y los demás son optativos.

 

El Bautismo se realiza por inmersión en agua. Solamente en casos extremos se puede realizar por aspersión o incluso en el aire (sin agua).

 

El Crisma o Confirmación se realiza inmediatamente después del Bautismo y es requisito
indispensable para participar en los restantes Sacramentos.

 

La estructura de la Misa comprende tres partes: La preparación de las ofrendas; la Liturgia de los catecúmenos o de la Palabra; y la Liturgia de los fieles o Liturgia del Misterio. Para celebrar la Liturgia, la Iglesia Ortodoxa utiliza el rito Bizantino. Algunas características particulares de la Liturgia son: utilización de pan leudado; comunión de los fieles bajo las dos especies (Cuerpo y Sangre de Cristo); la Misa es totalmente cantada y por lo general sin instrumentos musicales; más de un sacerdote pueden concelebrar en un solo y mismo Altar.

 

Sobre la Confesión: En el orden espiritual no sólo existen males sino también remedios. El dolor, el arrepentimiento por la falta cometida, sustentan la absolución. Asimismo debe haber una búsqueda por parte del confesor sobre las causas, sobre todo en los pecados reiterados, para así poder guiar y “sanar” al fiel, a fin de que no vuelva a caer. La confesión no se debe transformar en un interrogatorio. Se recomienda adoptar a un padre espiritual y volver siempre a él, estableciendo una relación paternofilial, basada en el respeto y en el amor. La confesión se realiza siempre en un clima distendido y en una relación personal cara a cara. Este Sacramento puede ser celebrado solamente por el obispo y por los presbíteros autorizados.

 

La Ordenación o imposición de manos corresponde a tres órdenes mayores: Obispo, Presbítero y Diácono. El Obispo está investido con el sumo sacerdocio y es el único facultado para ordenar. A partir del III Concilio Ecuménico, (Constantinopla 7/11/680 a.C 16/9/681 a.C.) los Obispos provienen del clero célibe. Para que un Obispo sea ordenado, hace falta la concurrencia de dos o tres Obispos, preferentemente de Diócesis vecinas. El Presbítero actúa por delegación del Obispo. Necesita una distinción especial para ser confesor y la autorización expresa del Obispo para bendecir cada matrimonio. Los miembros del Presbiterio Parroquial (sacerdotes párrocos) pueden ser casados. El Obispo puede tener a su disposición, para los servicios administrativos y para la tarea de la predicación de su Diócesis, a dos o tres Presbíteros célibes. El Diácono sólo asiste al ministerio oficiante (Obispo o Presbítero) en la celebración de los Sacramentos y por delegación del mismo puede transmitir la comunión de los fieles e incluso transportarla para asistir a un enfermo.

 

El Sacramento del Matrimonio consta de dos partes. La primera es del compromiso o rito de esponsales. La segunda es el rito de la coronación. En la primera parte se bendicen los anillos como símbolo de la alianza que hacen los novios en vistas a una vida común, fruto de su amor.

 

En la segunda parte es Dios quien consagra esta alianza. Cristo invisible, pero no menos real, está presente como en las bodas de Canaán de Galilea. Las coronas que los novios reciben simbolizan la participación en la realeza de Cristo que convierte al hogar en un reino, una manifestación del Reino de Dios. Las coronas además de realeza hablan de sacrificio, como el de Jesucristo, ya que no hay amor verdadero si no se sacrifican los egoísmos y todo aquello que impida la realización de su plenitud. El ministro es el presbítero o el obispo, siendo Dios quien lo consagra. El matrimonio se considera indisoluble, sin embargo, en la Iglesia Ortodoxa existió siempre el divorcio para curar las debilidades y las necesidades humanas, y la posibilidad de contraer hasta un tercer matrimonio. Es notoria la diferencia que existe entre el ritual del primer matrimonio y el del segundo.

 

Ya en la carta de Santiago se insta a invitar a los presbíteros de la Iglesia para orar y ungir a los enfermos. Es una Gracia curativa tanto para las dolencias espirituales como corporales. Se celebra aún no existiendo un riesgo inmediato de muerte. Además se celebra en todas las Iglesias el Miércoles de la Semana Santa.

 

Igualmente, para que el lector pueda comprender mejor a la Iglesia Ortodoxa Griega, consideramos necesario subrayar otros aspectos importantes:

 

Festividades Religiosas principales

 

La fiesta mayor, y al mismo tiempo, el eje central de todas las fiestas es la Pascua de Resurrección. Todo el ciclo litúrgico, el repertorio de lecturas y cánticos, está relacionado con ella y una sola fiesta mariana: la de la Fuente del Receptáculo de Vida (Ζωοδόχος Πηγή). Hay 12 celebraciones (Δωδεκάορτο) que se refieren a los acontecimientos más importantes de la vida del Señor: La Anunciación de la Madre de Dios (Θεοτόκος) (25/3), la Navidad (25/12), la Presentación del Señor al Templo (2/2), el Bautismo (6/1), la Transfiguración (6/8), la Resurección de Lázaro (fiesta movible), la Entrada de Cristo a Jerusalén (fiesta movible), la última Cena (fiesta movible), la Crucifixión (fiesta movible), la Resurrección (fiesta movible), la Ascensión (40 días después de Pascuas) y Pentecostés (fiesta movible). Muy importante también es la fiesta mariana de la Dormición de la Virgen María (Θεοτόκος) (15/8), la Natividad de la Virgen (8/9), el ingreso de la Virgen al Servicio del Templo (21/11) y la Concepción de la Virgen por Santa Ana (9/12). Adicionalmente, todo el calendario litúrgico contiene fiestas dedicadas a los Santos, modelos de hombres y de mujeres que muestran el camino de la comunión con Dios.

 

Estructura administrativa actual de la Iglesia Ortodoxa

 

La cabeza de la Iglesia en su totalidad es Jesucristo; pero su estructura administrativa es descentralizada. Existen más de quince Iglesias Autocéfalas o Autónomas en el mundo que poseen la capacidad de nombrar a sus obispos, arzobispos o metropolitas y patriarcas. Ellas son independientes pero laboran en comunión entre sí, formando la Iglesia UNA, SANTA, CATÓLICA y APOSTÓLICA. Las sedes se encuentran generalmente en las capitales de los países donde presiden las iglesias nacionales. Las más antiguas que tienen Patriarcas en su jerarquía superior son Constantinopla (que posee la categoría de Patriarcado Ecuménico), Alejandría, Antioquía y Jerusalén; más recientemente, Rusia. Otras iglesias con arzobispos o metropolitanos; entre ellas, la de Grecia, Georgia, Serbia, Checoslovaquia, Finlandia, Polonia, Rumania, Albania y Bulgaria.

 

Aún cuando algunas Iglesias están delimitadas por fronteras nacionales, canónicamente sus límites no son nacionales sino territoriales. Las relaciones entre estas Iglesias son regidas por la precedencia en los honores. El primer lugar le corresponde al Patriarca Ecuménico de Constantinopla, que conserva el privilegio de iniciativa para promover cualquier asunto de interés común, bajo el concepto de primus inter pares.

 

El establecimiento institucional de la Iglesia Ortodoxa Griega en la República de Panamá Desde siempre, la religiosidad constituye uno de los elementos característicos de la idiosincrasia griega. Esta condición actuó entre los griegos como elemento integrador y fortaleció su carácter dotándolos de la fuerza necesaria para combatir, sobrevivir y superar las
diversas adversidades a lo largo del tiempo. De hecho, la Constitución de Grecia establece que “La religión dominante en Grecia es la de la Iglesia Ortodoxa Oriental de Cristo”. (Primera Parte, Sección B, Art. 3.1) Es decir, que la religión ha estado siempre íntimamente vinculada a la identidad nacional del griego, razón por la cual podemos suponer que de alguna forma, se pudo
sentir la presencia de la fe ortodoxa a través de los primeros griegos que transitaron y llegaron al istmo: Georgio el Griego y Pedro de Candia quienes viajaron con Pizarro hasta Perú en 153032, o Nicola el Griego, encomendero de Panamá de 1519 a 1522.

 

Con un salto en el tiempo, desde el siglo XVI hasta el XIX y luego en el XX aparecieron los registros históricos de una presencia numerosa de griegos en Panamá en el transcurso de varios movimientos migratorios. El primero, en 1890 con la construcción del Canal francés.

 

Durante esa época, las condiciones no fueron propicias para el establecimiento formal de la Iglesia Ortodoxa Griega. Los inmigrantes pasaron incontables vicisitudes y enfrentaron innumerables dificultades de distinto orden. Como resultado, cientos de ellos se enfermaron y murieron; otros pudieron regresar a sus hogares y algunos decidieron permanecer en el istmo,
casándose con panameñas y trasladándose a otras partes del país. En consecuencia, no quedaron vestigios de la Ortodoxia griega en esta etapa tan importante de la historia.

 

Con el segundo movimiento migratorio de 19031914 vinculado a la construcción del Canal norteamericano, llegó otra fuerza inmigrante griega, la cual dejó su impronta religiosa efectiva en el ámbito nacional. Si bien muchos regresaron a su país natal, otros tantos se quedaron e hicieron de Panamá su patria adoptiva, residiendo inicialmente en Colón, ciudad en la que sentaron sus nuevas raíces. Posteriormente se dan otros movimientos migratorios, llegando principalmente a Colón y paulatinamente migrando a la ciudad de Panamá. Ya a partir de 1930, muchos griegos que inmigraron al istmo, tenían a la ciudad de Panamá como su lugar de residencia. Sin embargo, en la ciudad de Colón vivían la mayoría con sus descendientes. De allí que fuera en esta ciudad del litoral Atlántico, donde en 1938 construyeran la primera Iglesia Ortodoxa Griega en la república, la cual tiene el nombre de San Antonio y está ubicada en la avenida Meléndez, entre las calles 10 y 11 de la ciudad de Colón. Desafortunadamente, este templo ha sido objeto de múltiples vandalismos en los últimos años y actualmente no se utiliza.

 

Antes de 1938, los griegos de Colón habilitaron un apartamento en esta urbe donde el padre Gerásimos (primer sacerdote ortodoxo griego en Panamá) celebraba la Santa Misa para la comunidad griega.

 

Por otro lado, los griegos que vivían en la ciudad de Panamá inicialmente viajaban hasta Colón para asistir a las festividades religiosas. Luego tuvieron la oportunidad de asistir a sus ceremonias en la Iglesia de San Lucas en la antigua zona del Canal, la cual solidariamente les facilitaba el uso de sus instalaciones mientras construían su Iglesia, acción que se concreta
entre 1946 y 1947. La Iglesia tiene el nombre de La Anunciación de la Virgen María (ΕναγγελισμόςτηςΘεοτόκου) y es actualmente la Catedral Ortodoxa Griega en Panamá.

 

Administrativamente, la Iglesia Ortodoxa Griega de Panamá pertenece a la Arquidiócesis Ortodoxa Griega de México, y su Arzobispo es Atenágoras de Dorylion; está bajo la jurisdicción del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla y Su Santidad, el patriarca Bartolomeo I. El sacerdote de la Iglesia actualmente es el padre Georgios Kaloudis. Ambas iglesias se construyeron con los aportes de los miembros de la comunidad, los cuales contribuyeron de acuerdo con sus posibilidades tanto para la edificación, como para su equipamiento e iconografía.

 

La Catedral Ortodoxa Griega, La Anunciación de la Virgen María, ubicada en vía Porras #39 en la ciudad de Panamá es una típica Iglesia Bizantina Basilical de tipo cruciforme con cúpula central. En ella se destacan los íconos, entre otros elementos. Los íconos, “representaciones visibles de realidades misteriosas y sobrenaturales”, contienen en sí mismos historia, tradición, simbolismo, teología y arte. Es un arte sagrado y no una pintura o retrato. Reducir el ícono a puro objeto de arte viene a ser igual que vaciarlo de su función primera. El ícono “Teología en imagen”, nos habla de un Dios hecho hombre a través de sus colores, de su luz y de su perspectiva abstracta; hace presente lo que el Evangelio proclama por la palabra. En pocas palabras, el ícono es, por consiguiente, uno de los aspectos de la Revelación divina y de nuestra comunión con Dios.

 

La celebración de los ritos bizantinos en nuestra Iglesia se realiza en la lengua griega con algunas oraciones en español. La espiritualidad ortodoxa está tan inmersa en la conciencia griega que motivó a los Fundadores de la Comunidad Griega para construir junto a sus iglesias, salones como áreas de reunión con el fin de tratar los temas de interés común. Por este motivo crearon dos asociaciones entre 1933 y 1939 que dieron origen a su vez, en 1944, a la Comunidad Helénica Ortodoxa de Beneficencia de Panamá, dedicada entre otros asuntos, al logro del bienestar individual y colectivo de los griegos en Panamá y del pueblo panameño, en general. Esta asociación, basada en los principios de la Iglesia Ortodoxa Griega, ha realizado importantes aportes al país como las diversas donaciones a hospitales, clubes cívicos, comunidades afectadas por desastres de la naturaleza; al Centro de Salud de Santa Ana. Sus miembros pertenecen igualmente a otras organizaciones cívicas y profesionales en las cuales trabajan desinteresada y activamente con el impulso de sus creencias y su fe.

 

Además, existe otra organización denominada Sociedad Filantrópica de Damas Griegas en la Comunidad, quienes laboran inámicamente con altruismo, tratando de lograr el bien de los demás y principalmente de los pobres y más necesitados, tal y como su nombre en griego significa, “Filóptojos”: amigos de los pobres. Ellas prestan ayuda a varios hospitales, como el del Niño, la Maternidad del Santo Tomás, las Aldeas Infantiles S.O.S., la Escuela República de Grecia, donando tres (3) becas a los primeros puestos de cada año para ayudarles a continuar sus estudios superiores, entre otros aportes.

 

Cabe recalcar, que la esencia de la Iglesia Ortodoxa está presente en los griegos y sus descendientes. Resulta casi imposible separar la vivencia espiritual de la cultura. Ellas están intrínsecamente unidas y se refuerzan mediante la participación en la vida comunitaria que gira en torno a la Iglesia, así como en el núcleo familiar, formando el carácter que imprime su personalidad y, por consiguiente, manifestándose en todas sus acciones. Se puede observar, en consecuencia, que en muchos campos del desarrollo nacional se destacan miembros de nuestra Iglesia quienes actúan como dínamos en la búsqueda permanente del bien.

 

Indudablemente que la libertad de culto en Panamá y la completa tolerancia que siempre ha existido en el país, ha facilitado el desarrollo de todas las actividades religiosas correspondientes. De hecho, nuestra Iglesia participa en el Consejo Ecuménico Cristiano y en el Consejo de Religiones. Otros ejemplos que pueden citarse de la relación armónica con el resto de la población panameña datan desde la época en que los ortodoxos griegos podían llegar a las iglesias de otros credos para cumplir con sus deberes; la apertura de nuestra Iglesia para quienes deseen asistir a sus cultos, como lo han hecho ortodoxos de otras nacionalidades (rumanos, búlgaros, rusos y otros); la realización de la procesión del Viernes Santo que hace nuestra Iglesia en la ciudad de Panamá por las calles y avenidas aledañas a nuestro templo, en los años que coincide esta festividad con la de la Iglesia Católica Romana.

 
Conclusión

 

La Iglesia Ortodoxa es el conjunto de personas que creen en Cristo Nuestro Señor y adoran fielmente a Cristo como Dioshombre, Redentor y Salvador de la Humanidad. Las que unidas en un solo espíritu y en una sola voz reconocen y confiesan que Dios es su Señor, su Jefe y Cabeza; Sumo Sacerdote y Mediador del Padre Celestial es Cristo Jesús. Aquellas que tienen la misma fe y manifiestan la verdad, es decir, la Ortodoxia; las que comulgan de los mismos Misterios Sagrados (Sacramentos) de la antificación y la salvación; las que tienen en conjunto a los dirigentes del Clero con los obispos a la cabeza para gobernarlas como representantes de Cristo en la tierra y ofician los Santos Sacramentos. Así, la Iglesia Ortodoxa es la comunión de los fieles, estructurada por el Espíritu Santo, unida e indivisible en la misma fe, adoración y obediencia a Cristo. Y esta Iglesia, cuerpo espiritual, es llamada creacióndivina y conservacióndivina, Reino de Dios y Reino Celestial en la tierra, soporte y consolidación de la verdad, administradora de la gracia divina y arca del hombre pecador.

 

Finalmente debemos aseverar, que los ortodoxos griegos en Panamá podemos ser fieles a la Iglesia Ortodoxa Griega y vivir nuestra espiritualidad plenamente porque habitamos una tierra poblada por una nación que posee las cualidades necesarias para lograr el respeto, la tolerancia y comprensión de las divergencias, elementos indispensables que faciliten la generación de ambientes armoniosos y la convivencia pacífica. Esta particularidad única de Panamá debe preservarse.

 


Bibliografía

 

Antoniadis, Ermolaos, Dr. “Características de la Iconografía Bizantina” Un estudio de la Figura Hagiográfica. Tesis para obtener el título de Lic. en Artes Visuales, Universidad de Panamá (en elaboración), 2013.

 

Catsambanis, Betty Ann de. “La Cultura Griega en Panamá”, Este País, un Canal: Encuentro de Culturas, editado por Ileana Gólcher. CEASPA, Naciones Unidas; Panamá, 1999.

 

Catsambanis, Betty Ann de. “Los Griegos”, Convergencias Étnicas en la Nacionalidad Panameña. Revista Foro 92/3 publicada por el Instituto Latinoamericano de Estudios Avanzados (ILDEA); Panamá, 1992.

 

Hassiotis, I. K. “La Iglesia Ortodoxa y la formación del nacionalismo neogriego”, La Religión en el Mundo Griego, de la Antigüedad a la Grecia Moderna, editado por Moschos Morfakidis y Minerva Alganza R.; Granada, España, 1997.

 

Kaloudis, Georgios. “Apuntes sobre la Ortodoxia y la Iglesia Ortodoxa”, traducido del griego al español por Ermolaos Antoniadis; Comunidad Helénica Ortodoxa de Beneficencia de Panamá; Panamá, 2013.

 

ΚΟΡΔΗΣ, ΓεωργοςΔ. “Εικόνα, εικόνισμα, εικονουργία”, Ediciones Αρμός, Μαυροκορδάτου 7, 10678’ Atenas; 1998.

 

http://www.ortodoxia.com Arquidiócesis Ortodoxa Griega de Buenos Aires y Sudamérica Patriarcado Ecuménico. Página consultada el 18 de julio de 2013.

 

http://www.acoantioquena.com Arquidiócesis Ortodoxa del Patriarcado de Antioquía en Argentina. Página consultada el 18 de julio de 2013.

 

 

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